Ahora sí, antes no (2015), Hong Sang-soo – Crítica

Ahora sí, antes no

«Todo el mundo se plantea alguna vez qué pequeñas chispas hacen virar los acontecimientos hacia un camino u otro. Nos preguntamos qué pasaría si ese detalle nimio cambiase. Entonces aparece Hong Sang-soo con Ahora sí, antes no, rompe con el curso natural del tiempo y ofrece la oportunidad de comprobar la respuesta.»

De entrada, un título extraño y con poco gancho comercial. El argumento, un homenaje a la austeridad: dos personas desconocidas se conocen y pasan un día juntos. Ahora sí, antes no, el nuevo trabajo del coreano Hong Sang-soo, es una de esas películas imposibles de diseccionar desde fuera, galardonadas en importantes festivales pero de las que escasamente se sabe algo; esto, sumado a que tampoco nos hallamos ante un director especialmente conocido (que no reconocido, pues parece haber recibido muy pocas críticas negativas a lo largo de su carrera), es una llamada a la curiosidad del espectador, a ponerse ante la pantalla y desgranar cuál es el misterio de películas como esta.

Y una vez entras, la atmósfera o te envuelve o te deja totalmente frío; no hay término medio. Uno descubre que el argumento que le han contado es lo de menos. Que en la historia en sí no va a ocurrir nada, que la acción apenas se desplaza y que se trata, sencillamente, de eso: de dos personas que se encuentran.

Hay que tener una destreza muy especial para no convertir un proyecto así en un tedio totalmente intrascendente: ahí es donde reside la magia del coreano. Si uno está dispuesto a entrar en ese juego, se asombra de la cantidad de historias que se pueden extraer con sólo dos personas en un período de menos de 24 horas. Y sin que ni siquiera te estén contando nada realmente. La casualidad, el encuentro fortuito, es sólo un detonante, y a partir de ahí el resto se construye solo: son las frases esporádicas y los gestos, las reacciones de dos cuerpos que sencillamente interactúan, las que marcan con sumo detalle el ritmo de las acciones. Que podrían haber sido estas como otras cualquiera. Como en la vida real. Todo el mundo se plantea alguna vez qué pequeñas chispas hacen virar los acontecimientos hacia un camino u otro; por qué a veces alguien a quien no conocemos nos resulta simpático a simple vista, o totalmente odioso, por qué a veces las interacciones cuajan y a veces quedan en nada. Y nos preguntamos qué pasaría si ese detalle nimio cambiase. Entonces aparece Hong Sang-soo con su equipo, rompe con el curso natural del tiempo y ofrece la oportunidad de comprobar la respuesta.

Básicamente éste sería el resumen. En Ahora sí, antes no tenemos a dos personajes: un cineasta reconocido en todo Corea del Sur y una muchacha que, tras mucho intentarlo, acaba encontrando su medio expresivo en la pintura. Curiosamente dos artistas, dos personalidades presumiblemente complejas. Se encuentran y se conocen, dentro de lo que pueden llegar a conocerse dos personas en un día. Y se separan. Luego se nos vuelve a contar lo mismo, pero algo ha cambiado. ¿El entorno? ¿Ellos? No. Ese “qué” imperceptible es el que ha cambiado. El tono de voz, una sonrisa, una copa de más o de menos… Y el resultado es el opuesto.

La película se construye principalmente a partir del diálogo, y avanza gracias al “qué” imperceptible. Y de hecho, en un momento dado, el protagonista masculino exclama: “Las palabras molestan”. No es una cita casual, ni una de esas expresiones sobadas por artistas con ínfulas de superhombre. No lo es, al menos en una película donde su presencia (y ausencia) ha sido crucial. Pero las palabras pueden convertirse en ruido que altera la interacción humana, que condiciona la percepción; son un medio de expresión, pero no la totalidad de lo expresado. Por eso el lenguaje humano debe acompañarse del lenguaje no verbal. Y por eso a veces molestan.

Acostumbrados a ignorar ese mundo de sutilezas, sencillamente esperamos que la acción se mueva, y rápido, sobre todo en el cine, y eso convierte a esta película en un experimento muy complicado. Porque puede fascinar o hacerse repetitiva e incómoda, y hay tantos detalles que focalizar uno u otro hace cambiar totalmente el sentido de la historia. Es valiente intentarlo, y repetirlo dos veces en la misma película es ya una proeza. El director da dos versiones, como podría haber dado diez o sólo una, donde el desarrollo hubiese sido el mismo y el resultado, a saber. Y hay a quien le divierte deconstruir mil veces una misma idea y a quien no. También depende del talento con el que se haga; eso a la película no le falta. Ahora bien, uno tiene que estar dispuesto a participar.

Ahora sí, antes no

Sinopsis Un director de cine independiente sale a cenar y se encuentra con una pintora. A partir de ese instante, las cosas empezarán a cambiar.
País Corea del Sur
Director Hong Sang-soo
Guión Hong Sang-soo
Música Jeong Yong-jin
Fotografía Park Hong-yeol
Reparto Jeong Jae-yeong, Kim Min-hee, Yoon Yeo-jeong, Gi Ju-bong, Choi Hwa-Jeong, Yoo Joon-sang, Seo Young-hwa, Ko Ah-sung
Productora Jeonwonsa Film
Género Drama
Duración 121 min.
Título original Right Now, Wrong Then (Ji-geum-eun-mat-go-geu-ddae-neun-teul-li-da)
Estreno 06/05/2016

Trailer

Calificación7
7

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